miércoles, 13 de febrero de 2013

Sonido independiente


Creó su propia empresa y la llamó Vale Vergas, totalmente independiente. No podría hacerlo de otra forma: sus canciones no son radiables porque sus letras no son lo que se podría llamar ‘correctas’. En una época en la que cualquier cosa que se dice en público puede ofender susceptibilidades, una de sus canciones es una declaración de afecto a la “metanfeta”. Así, sin peros.

Para mi el mundo real siempre fue una ilusión (...) y la industria se me hace un juego, juego el juego como quiera. Puedo decir de frente todo al 'caca' mayor más grande de la industria, decirle que para mi no es nadie. El dinero lo necesito solo para escapar de la gente, internarme en un hotel y no tener que ver a nadie. Por eso canto lo que canto. Para mi no representa ninguna cosa significativa. Lo canto porque necesito hacerlo, Necesito sacarlo de mi ser".



Cirerol


“Había gente peligrosa, loca. Muchos migrantes malolientes, junto conmigo, porque yo de verdad apestaba. Hubo momentos en los que estaba decidido a matar para sobrevivir porque estaba en lugares muy ásperos”, dice.
Desde 2009 hasta hoy, Cirerol ha presentado dos discos, Ofrenda al Mictlán y Haciendo leña. El primero, que habla de un inframundo “al que llegan los obreros” es el producto de un viaje filosófico y sicodélico, tras irse a vivir a un apartamento con el artista Chema Novelo y mendigar comida.
“A veces ni nos bañábamos. Pero lo primero que ocurrió es que gané mis primeros 15 grandes. Me impresioné mucho y dije ‘qué onda!’ fue gracias a la asistencia de la gente a El Imperial. A partir de ese lugar, no he dejado de tener éxito”.